La cocina es uno de los lugares de la casa que más se ensucia. En los azulejos se acumula grasa y polvo y las juntas terminan adquiriendo un color oscuro con el tiempo. Para evitar que aparezca polvo y moho se debe limpiar la cocina con frecuencia. Como sabemos que no es fácil, vamos a darte algunos consejos sobre cómo limpiar los azulejos de la cocina para que luzcan como nuevos con poco esfuerzo.

 

Qué producto es mejor

En el mercado encontrarás gran variedad de productos específicos para limpiar azulejos y sus juntas. Nosotros recomendamos utilizar bicarbonato, vinagre o amoníaco, uno de los productos más efectivos a la hora de sacar brillo a los azulejos.

Limpiar los azulejos de la cocina con amoníaco

Una mezcla de agua caliente y amoníaco hará que la grasa no se resista. El amoníaco tiene grandes propiedades desengrasantes, por lo que puede hacer que tus paredes y suelos recobren su antiguo color.

Para utilizarlo, mezcla una parte de amoníaco por diez partes de agua caliente. Frota enérgicamente entre las juntas de los azulejos de tu cocina, un consejo muy útil es hacerlo con un cepillo de dientes. Retira los restos con un trapo húmedo y seca con un paño.

A la hora de utilizar amoníaco para limpiar los azulejos es recomendable que utilices guantes de goma y que ventiles bien toda la casa para evitar intoxicarte con los vapores.

Cuidado con las juntas de los azulejos

A la hora de limpiar azulejos que ya tienen mucho tiempo a sus espaldas, es probable que las juntas se deterioren. Te explicamos cómo cuidarlas al máximo.

El cepillo

Si limpias las juntas con un cepillo, ya sea de limpieza o uno de dientes antiguo, ten en cuenta que las cerdas no sean demasiado duras. Puedes llevarte el cemento de la junta o arañar el propio azulejo.

La vaporeta

Recomendamos utilizar la vaporeta en casos muy extremos en los que el amoníaco no surte efecto. El agua a presión puede hacer que el cemento que sella las juntas se deteriore.

El blanqueador

Los blanqueadores de juntas se aplican una vez todo esté limpio y se haya dejado secar. Suelen venir con una esponja o cepillo para su aplicación y, tras hacerlo, hay que dejarlo secar durante un tiempo. Suelen dar muy buen resultado.

Rotulador de juntas

Limpio, efectivo y muy fácil de usar. Los rotuladores de juntas son tan sencillos de aplicar como un rotulador normal.

La lechada

En casos en los que no se pueda hacer nada por salvar las juntas de los azulejos y estén demasiado deterioradas, es posible que sea necesario volver a aplicar cemento. Si eres muy manitas y te ves capaz, adelante, pero aconsejamos que cuentes con un profesional para evitar posibles contratiempos y el trabajo quede perfecto.

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