Las cocinas son unas de las estancias de las casas en las que más horas pasamos. Preparamos en ellas las comidas e, incluso, las utilizamos para hacer reuniones.
Se trata de unos emplazamientos sometidos a un gran desgaste y en los que necesitamos maniobrar con facilidad. Combinar funcionalidad y estética va a ser un objetivo clave y una buena manera de lograrlo pasa por elegir los suelos con acierto.
A continuación, te presentamos los más populares.
5 tipos de suelo para tu cocina
Toma nota de las siguientes recomendaciones.
1. Cerámica tradicional
Es el gres tradicional que conocemos, popularmente, como "pasta roja". Destacamos su dureza y escasa absorción del agua. Es el suelo que más habrás visto en las cocinas de toda la vida. Este gres convencional es un buen material a precio rentable.
2. Porcelánico rectificado
Similar al suelo anterior, pero más liso y de mayor formato, lo que permite una sensación de continuidad y la ausencia de juntas. Es también muy común, duro y de baja porosidad. Sus acabados pueden imitar la pizarra, la madera y el acero. Sus tonos neutros (ceniza, grafito, marfil, gris...) disimulan la suciedad.
3. Microcemento
Muy propio del estilo industrial, el microcemento es un compuesto químico basado en el cemento convencional que aporta flexibilidad y resistencia. El color lo proporcionan unos pigmentos en masa.
4. Laminado de madera
El panel de fibras de madera de alta densidad te ofrece unos acabados muy similares a los de los distintos tipos de madera. Además, es muy fácil de montar y encaja perfectamente con los estilos rústico y escandinavo.
5. Linóleo y vinilo
Muy impermeables y fáciles de limpiar. El primero es de origen natural y el segundo resulta similar al plástico. Te los aconsejamos, para camuflar la suciedad, en mármoles o moteados.
Como ves, dispones de una gran variedad para que los suelos de tus cocinas gusten.