Limpieza vitrocerámica

Limpiar la placa de vitrocerámica o inducción no tiene por qué ser una tarea complicada. Descubre métodos caseros efectivos que le devolverán el brillo original, ¡y hará que tu cocina luzca como nueva!

Bicarbonato de sodio: ¡Adiós a las manchas!

Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta formar una pasta. Aplica esta mezcla sobre las manchas persistentes, deja actuar durante unos minutos y luego frota suavemente con un paño húmedo.

Vinagre blanco: Desinfecta y deslumbra

El vinagre blanco es un desinfectante eficaz y también puede ayudar a eliminar manchas difíciles. Rocía vinagre sobre la placa y deja actuar durante unos minutos. Luego, limpia con un paño húmedo.

Además, puedes utilizarlo para darle aún más brillo a la vitrocerámica, pasa una bayeta empapada en una mezcla de vinagre y agua sobre la superficie limpia y después aclárala para un resultado reluciente.

Limón: Contra manchas desafiantes

El limón, con su poder ácido, es ideal para ablandar manchas difíciles. Exprime el jugo de un limón sobre las áreas problemáticas, deja actuar por unos minutos y luego limpia con un paño. El ácido del limón ayuda a aflojar la suciedad y a dejar la placa reluciente.

Hielo: Combate las manchas solidificadas

Si te enfrentas a manchas solidificadas o difíciles de eliminar, frota un cubito de hielo sobre ellas. El hielo ayudará a solidificar la suciedad, facilitando su eliminación con un raspador o paño. Este truco es especialmente útil para residuos pegajosos.

Pasta de dientes: ¡Sin arañazos!

Aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes no abrasiva sobre arañazos superficiales. Usa un paño suave para frotar en movimientos circulares hasta que los arañazos desaparezcan. Límpiala con agua y sécala, asegurándote de que no queden restos, para un acabado impecable.

Fórmula infalible: Adiós a las manchas difíciles

Abordando tanto las manchas más difíciles como las áreas quemadas en tu vitrocerámica, este método combinado con bicarbonato y vinagre ofrece una solución efectiva. Además, puedes crear una pasta con bicarbonato y agua, extenderla sobre la superficie y luego rociar con vinagre. Frota suavemente con un paño o esponja no abrasiva para eliminar los residuos. Asegúrate de enjuagar bien y secar para un resultado impecable y brillante.

Pulido mágico: Brillo con un toque seco

Después de la limpieza, utiliza un paño seco y suave para pulir la placa y dejarla totalmente seca. Esto no solo eliminará cualquier residuo restante, sino que también dejará un brillo reluciente.

Cuida tus superficies: Evita los utensilios abrasivos

Evita el uso de esponjas o rasquetas abrasivas, ya que pueden rayar la superficie de la placa. Opta por utensilios suaves que no dañen la vitrocerámica o la inducción.

Placa de vitrocerámica

Con estos métodos caseros, tu placa de vitrocerámica o inducción lucirá como nueva sin esfuerzo. ¡Haz que tu cocina brille con estos trucos naturales y efectivos!

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